La Fuente de la ira es la primera novela de Mario Rodríguez Román. Esta ópera prima se aleja de las comodidades y lujos de la era de la informática y la tecnología para profundizar en el estilo de vida de la sociedad del siglo XIX. La trama se desenvuelve en torno a comienzos de 1801. En la historia se pueden apreciar paralelismos entre el delirio y la hostilidad del hombre de la época con el subsistente en la actualidad. La obra narra una historia que navega entre el poder y el egoísmo, entre el ego y los celos.
En la etapa más convulsa que se vio sometida España, una familia de nobles extremeños se verá inmiscuida en un cúmulo de circunstancias que harán de la ira y la venganza su razón de ser. El único objetivo que se fijarán será el de restituir la situación actual y eliminar cualquier obstáculo que se ponga en su camino. Un mundo en el que nada es lo que parece, los protagonistas creen jugar con ventaja, pero desconocen que cada cual es sabedor de oscuros secretos que se volverán en su contra.